En las culturas prehispánicas mexicanas, el chamanismo es una actividad
primordial para mantener la identidad de la cultura misma, su misticismo, su
visión espiritual y la aplicación de sus costumbres y creencias. Es decir, el chamanismo
consiste en vivir en continuo equilibrio con la naturaleza y con uno mismo; se
trata de recordar y experimentar el vínculo sagrado de la cultura con el
cosmos.
En términos generales, la definición del chamanismo es el conjunto de
prácticas espirituales, de autoconocimiento y de sanación que tienen su base en
la experimentación y el conocimiento directo de la naturaleza y el cosmos. Los
chamanes utilizan esta información para satisfacer las necesidades espirituales
de su comunidad y la obtienen mediante cambios en sus formas de percibir,
pensar y sentir. Aplican el conocimiento de manera que son capaces de implementar
algunas prácticas que resultan en estados alterados de conciencia. Las técnicas
y actividades empleadas incluyen, entre otros estímulos, la percusión, la
danza, alucinógenos y sueños lúcidos. A menudo, estas técnicas y actividades
forman parte de los rituales espirituales.
Un sujeto se convierte en chamán por herencia, por elección divina o
mediante ciertos rituales de iniciación; si bien los chamanes son considerados
por la gente como “puentes” entre los espíritus y el mundo de los vivos, tienen
diferentes funciones que varían de acuerdo a la localidad donde practican sus
ritos. Los principales actos de un chamán son la curación (tanto física como
espiritual), la capacidad de ver y estudiar eventos futuros y pasados, actuar
como guía de las almas que no han encontrado el camino y la preservación de las
costumbres.
Aquí te dejamos los lugares no tan conocidos de México donde se practica el
chamanismo:
Cobá, Quintana Roo
Región Huasteca, San Luis Potosí
Huautla de Jiménez, Oaxaca
Tórim, Sonora
Cuatlapanga, Tlaxcala
Tepoztlán, Morelos
Zócalo, Ciudad de México
El chamanismo comprende la aplicación de la sabiduría, la visión
cosmológica y la comunión con la naturaleza de los antepasados de la comunidad.
Es la conexión que tienen con los aprendizajes ancestrales y su misión es
mantenerlos vigentes como costumbre y seguir alimentando el misticismo de su
cultura.
El papel de los chamanes en las diferentes comunidades se establece en
torno a la posesión de sabiduría, de un conocimiento que trasciende el tiempo y
el espacio y que se transmite de generación en generación. En otras palabras,
el chamán puede acceder a un plano en el que se comparten las experiencias para
enriquecer a los vivos de los conocimientos adquiridos en el pasado, pero
también para que entre ellos puedan compartirlos y elevarse espiritualmente.
Pueden solucionar los problemas que aquejan a la población, pueden dar
respuesta a las preguntas y pueden ayudar al conocimiento, purificación o
sanación del espíritu. De esta manera, son capaces de recuperar la armonía
entre el ser humano, el mundo material y su propio mundo espiritual.
Bastante interesante la publicación
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Gracias Eduardo, sin duda, nuestras tradiciones son sumamente interesantes.
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