Un lago de singular belleza
El lago de Camécuaro es un rincón lleno de magia. Ubicado en Tangancícuaro, Michoacán (a cinco horas de la CDMX aproximadamente), está formado por nacimientos de agua que borbotean de entre los árboles que crecen a sus alrededores.
Es un lago con juegos visuales de sus aguas cristalinas y la vegetación que lo rodea. Es un Área Natural Protegida que se encuentra en la categoría de Parque Nacional, con lo cual se garantiza la conservación de la flora y fauna que habita en sus 9.65 hectáreas.
En el lugar existen mitos y leyendas que dieron origen al lago y a las criaturas que en él habitan.
Mitos
Uno de los mitos más conocidos es que por las noches una mujer hermosa se aparece a los hombres. Cuando los hombres tratan de acercarse a ella, la mujer los toma y los sumerge en las profundidades.
Otro mito es que distintos seres mágicos como duendes, gnomos y hadas viven y cuidan del lugar, conviviendo armónicamente con la fauna y vengándose de quien se acerque sin respeto y haciendo daño al lago y sus cercanías.
Leyenda
Cuenta la leyenda que Huanita era una princesa que estaba enamorada de Tanganxuhán, sobrino del fundador del imperio purépecha. Pese a que su amor era correspondido, el vínculo se vio frustrado, pues Huanita fue secuestrada por un sacerdote llamado Candó. La princesa permaneció encerrada en una yácata, un inmueble prehispánico con forma piramidal. El sufrimiento de Huanita llegó a tal grado que comenzó a llorar inconsolablemente, y de sus lágrimas se formó el lago de Camécuaro, también conocido como “el lago de la tristeza oculta”.
Tanganxuhán decidió ir a salvar a su amada; cuando Candó se percató de lo que sucedía, intentó evitar que la princesa escapara. Tanganxhuán disparó una flecha contra el sacerdote, el cual quedó clavado en un árbol de sabino. De dicho árbol comenzaron a emanar aguas de color turquesa.
¿Qué actividades puedo hacer?
Aunque sus aguas cristalinas son frías, es posible nadar en el gran estanque rodeado de árboles de fresno, coníferas y sabinos. Cuenta con espacios para acampar, practicar el buceo o hacer días de campo con la familia.
También se presenta la posibilidad de viajar en una barca o recorrer su periferia en bicicleta o a pie así como la oportunidad de probar los platillos típicos, hechos con las recetas tradicionales de los lugareños.
Redacción por el equipo de Magic Adventures
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